martes, 20 de diciembre de 2011

Rubeola durante el embarazo (alteraciones oftalmológicas)

Lo primero, ¿Qué es la rubeola?: La rubéola es una enfermedad leve pero altamente contagiosa causada por un virus. Se caracteriza por la erupción de la piel, la inflamación de las glándulas y, especialmente en los adultos, dolores en las articulaciones. Por lo general la erupción de la piel dura unos tres días y puede presentarse acompañada de una ligera fiebre. Otros síntomas, tales como el dolor de cabeza o de garganta y la pérdida del apetito, son más comunes en los adolescentes y adultos que contraen la infección que en el caso de los niños.

Definición del problema:  El contacto del virus durante el primer trimestre puede resultar un daño o infección para el bebé. Se produce una infección fetal en el  50% de los fetos que están en las primeras 8 semanas, 33% entre la 9ª. Y 12ª semana, 10% entre las 13ª y 24ª semana de gestación. El virus de la rubéola entra en la mujer embarazada por contacto. En la infección, el virus circula en la sangre de la mujer embarazada y lo pone en contacto con la placenta: esto quiere decir que el bebé se contagia .La acción del virus inhibe la mitosis y la división celular en muchos tejidos fetales.

¿Qué le pasa al bebé?El virus en un bebé de madre infectada puede afectar uno o más órganos, o estar diseminado por todo el cuerpo. Las manifestaciones que se presentan en la rubéola congénita son las siguientes:

a)       En el 50% de los casos, alteraciones de los ojos, como cataratas, ojos pequeños, córnea opaca, glaucoma, queratitis.
b)       En el 30%, defectos congénitos del corazón, como persistencia del conducto arterioso, comunicación entre los ventrículos, etc.
c)       En el 10% retraso mental con o sin cerebro pequeño.
d)       En el 10% neumonías, anemias, problemas en la coagulación, hepatitis, conjuntivitis, hernia en la ingle, infecciones del estómago, alargamiento de la mollera, piel amarilla, mandíbula pequeña y otras anormalidades de los huesos.
Alteraciones oftalmológicas de la rubeola:

La infección por el virus de la Rubéola puede dañar el ojo, como resultado el recién nacido puede presentar varias patologías congénitas como por ejemplo una catarata; éste es uno de los signos típicos de rubéola congénita. Las cataratas son el resultado de la infección fetal con virus de la rubéola antes de la 9ª semana de gestación. Aparece casi en el 50% de los casos. Pueden ser uni o bilaterales. Pueden observarse desde el nacimiento, a veces, varias semanas o incluso meses después del mismo. Tienen una morfología característica: opacidad central blanca, densa, ligeramente excéntrica y una opacidad menor de la corteza circundante. Debido a la afectación de las fibras dilatadoras, la dilatación pupilar con frecuencia es incompleta. Las cataratas causadas por el virus de la rubéola es uno de los tipos de cataratas congénitas
 Algunas veces pueden aparecer microftalmos o se puede presentar la Retinopatía pigmentaria, la cual es muy común en niños con rubéola congénita.
Los defectos oculares se presentan en 30 al 60% de los pacientes afectados por la rubéola.
También pueden presentar alteraciones en el fondo de ojo que varían desde una retinopatía en sal y pimienta hasta una retinopatía pseudo-pigmentosa. El glaucoma congénito también puede hallarse en estos niños, pero con menor incidencia.
Tratamiento más que tratamiento, tenemos que poner ímpetu en la prevención; porque una vez infectada la madre, el tratamiento depende de la gravedad de los daños ocasionados al bebé (algunas veces sin remedio). Lo más importante es la valoración neurológica, así como las alteraciones de ojos y corazón.
Prevención: Se recomienda vacunación antirubéola a todos los niños y mujeres no embarazadas que no hayan tenido la enfermedad.
Pronóstico
El pronóstico depende del mes de embarazo donde se haya presentado el virus y de los aparatos o sistemas afectados. El virus de la rubéola llega a producir defectos congénitos aún después del primer trimestre. De un 10 a 20% de los embarazos complicados con rubéola terminan en abortos espontáneos o niños que nacen muertos.
La tasa de mortalidad de los niños afectados es de 10 a 20% en el primer año. Los que sobreviven pueden tener una vida normal, a excepción de los que tienen alteraciones en el cerebro (retraso mental, cerebro pequeño).Los niños afectados son portadores del virus por varios meses. Un número elevado de nacidos de madres que tuvieron rubéola durante el embarazo nacen sanos y posteriormente pueden presentar diversos problemas (ojos, retraso mental, anemias, infecciones, hepatitis coagulación).